Hoy en día la creciente escasez de agua está impulsando a todo el mundo a buscar fuentes alternativas. La extracción de agua limpia del aire, que se conoce también como «generación de agua atmosférica», se encarga de aprovechar la humedad ambiental para producir agua potable.
Su desarrollo tecnológico y distintas aplicaciones prácticas otorgan soluciones en zonas donde el acceso al agua subterránea y pluvial es bastante limitado o complicado.
Extraer agua del aire implica condensar vapor de agua que está contenido en la atmósfera, hasta obtener gotas líquidas que sean aptas para el consumo humano.
En este proceso se emula el ciclo natural de la lluvia, pero no se esperan precipitaciones, sino que se induce a la condensación en cámaras que están controladas.
¿El resultado? Es agua elevada en pureza, ya que, al evaporarse, el agua se separa de la mayoría de los contaminantes que están disueltos en las fuentes tradicionales.
Hay distintas maneras de obtener agua, que son las siguientes:
Mientras la captación subterránea y pluvial dependen de las lluvias y los niveles freáticos, la extracción de agua del aire añade cierta resiliencia al poder diversificar las fuentes que hay disponibles.
Los generadores de agua atmosférica utilizan un ciclo de refrigeración o de deshumidificación pasiva. El sistema pasa aire caliente y húmedo sobre serpentines enfriados a través de un intercambiador o compresor. El aire, al enfriarse, concede su humedad, que se recoge en bandejas y se dirige a un filtro y sistema de purificación (filtros de sedimentos, carbón activado, UV, etc.).
Para terminar, el agua se almacena en tanques cerrados, además de que pueden adicionarse minerales para mejorar su calidad y sabor.
Generar agua atmosférica de este modo otorga diversos beneficios que son bastante notables, como los siguientes:
Estos beneficios transforman a la tecnología en una opción ideal para las regiones rurales, los campamentos o instalaciones críticas.
En las industrias, la extracción atmosférica puede suministrar agua para procesos de enfriamiento, limpieza y hasta formulaciones químicas, evitando así los picos de producción por falta de agua.
En los hogares se garantiza agua de consumo y para uso doméstico, como lavado de ropa, riego o baños, sobre todo en zonas con redes de agua deficientes.
Asimismo, en proyectos de construcción o minería remota, los generadores portátiles otorgan suministro continuo sin necesidad de implementar infraestructura hidráulica.
La eficacia de este tipo de sistemas aumenta con la humedad relativa y con temperaturas moderadas. Los climas tropicales y costeros, por ejemplo, con humedales superiores al 50%, son perfectos.
Sin embargo, los equipos con deshumidificación asistida logran funcionar en interiores con aire acondicionado o hasta en desiertos con tecnología de refrigeración avanzada integrada.
La variación estacional solo disminuye el caudal, pero no impide la operación.
La respuesta es sí. Al diversificar las fuentes y minimizar la presión sobre los acuíferos y ríos, la generación atmosférica promueve la resiliencia hídrica. Cuando se alimenta con energías renovables (como paneles solares o energía eólica) el sistema reduce su huella de carbono.
Por otro lado, al integrar la purificación interna y el mantenimiento programado, se garantiza un ciclo cerrado y muy responsable del agua.
Como pudimos ver a lo largo de la nota, la extracción de agua limpia del aire representa un avance transformador para así poder garantizar un suministro en escenarios de escasez y de emergencia hidráulica.
Por estas razones en Bionia te otorgamos soluciones integrales de generación atmosférica, combinando tecnologías de última generación y sistemas de monitoreo remoto que te aseguran excelente calidad, eficiencia energética y una operación continua tanto en hogares, comunidades e industrias.